Dormía tranquilamente el leon de zion, cuando un pequeño ratón arengaba y repartia flyers para el show de groundation en niceto, encima de su cuerpo. Tanto quilombo despertó al león y rápidamente atrapó al ratón; y al punto de ser devorado, el raton le pidió que lo perdonara, prometiéndole que lo iba a acreditar para niceto en aquellas historicas noches. El león echó a reir y lo dejó marchar.
Pocos días después, unos productores muy muy malos, y de muy mal gusto que siempre traian a las mismas bandas para los mismos eventos, apresaron al rey de la selva y le ataron con una cuerda a un frondoso árbol. Pasó por ahí el ratoncillo, re loco, quien al oir los lamentos del león, corrió al lugar y desato la cuerda, dejándolo libre. - Viste bo – le dijo el ratoncito que parece que era uruguayo – te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por tí en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.
Moraleja: Nunca desprecies las promesas de los pequeños honestos. Cuando llegue el momento te acreditaran en niceto.
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